sábado, 30 de abril de 2011

Siempre la música

No todo son las palabras.

Hoy quiero compartir unos videos - filmados en pésima calidad ya que son de mi humilde celular - sobre algunas de las escenas que se viven en el subte. Todas tienen en común alguna relación con la música. Debido a la mala ubicación que me tocó respecto de la mayoría de los intérpretes y también un poco por disimular que los estoy filmando - para no intimidarlos e interrumpir su difícil exhibición - se ve poco. Además hay ruidos: los del subte y los de las personas. Los de todas las cosas. A pesar de todo eso, son videitos de corta duración y de pésima calidad que registran desde una visión mínima del mundo algo de la particularidad que tiene la música. Y la ciudad.

El primero es es el más rockero. Un pibe con amplificador, micrófono, guitarra acústica y toda la actitud de showman urbano.




El que sigue es complicado porque hay otro músicos cerca y la gente hablaba. Es de un nene con camiseta de Boca que por ser tan chiquito se escabullió por ahí y no lo pude captar. Pocas personas lo escuchaban. A mí este nene hizo que me empezara a simpatizar este tema. Atención al minuto 1:05.


Lo dije. El "Yo no me doy por vencido, yo quiero un mundo contigo, juro que vale la pena esperar, y esperar y esperar un suspiro" a capella de este niño, es sublime...

El siguiente es de un joven no vidente que canta con pistas. En el subte. Con pistas. En el subte. Con pistas.


Y el último, una alegría. Dos tipos para que se suban a tu vagón un viernes a la tardecita y le pongan onda, como me pasó ayer.